Rachella Kingswijk

Rachella Kingswijk es una actriz con sede en París (Francia) y oriunda de Ámsterdam, Países Bajos. Nació en Moengo, Surinam (2 de octubre de 1985) y se mudó a los Países Bajos cuando tenía dos años. Su carrera actoral comenzó a los ocho años, cuando inició sus estudios en la Amsterdam Youth Theatre School. Asistió a la escuela durante siete años y actuó en numerosas obras de teatro. A la edad de doce años, presentó un programa de televisión para niños en AT5, el canal de televisión local de Ámsterdam. Su primer gran papel actoral llegó a los catorce años, cuando interpretó al Capitán Garfio en la obra de teatro, Peter Pan. Poco tiempo después, comenzó a actuar en cortometrajes. A los diecisiete años, Kingswijk tuvo un papel secundario en el cortometraje de 2003 Vet! Esta película fue la ganadora del Oso de Plata en Berlín y recibió nominaciones tanto para el Becerro de Oro como para el Hugo de Oro, todos en la categoría de Mejor Cortometraje. Desde diciembre de 2010 hasta julio de 2011, Kingswijk viajó por África occidental y oriental. Después de regresar a Europa, se unió al elenco de The Amsterdam Dungeon, una experiencia teatral oscura e interactiva, donde interpretó a varios personajes de terror. Trabajó allí hasta principios de 2013 y luego interpretó al personaje Kaya en la histórica película de Daniel Bruce Into Thin Air (título holandés: In het niets), una película sobre de Bijmerramp, el accidente aéreo de 1992 en Ámsterdam. La película se estrenó en el Festival de Cine Holandés en septiembre de 2013. En septiembre de 2015, Kingswijk actuó en solitario en el Festival Fringe de Ámsterdam con Zijn naam was Wolf ("Su nombre era lobo"), una obra que escribió sobre la trata de personas. La obra fue bien recibida y fue invitada a interpretar varios monólogos para la princesa Beatriz de los Países Bajos durante un congreso de CoMensha. CoMensha, también conocida como La Strada Netherlands, es el centro nacional de conocimientos especializados dedicado a las víctimas de la trata de personas. En el otoño de 2015, Kingswijk se mudó a París, donde estudió Performance Art en la prestigiosa escuela internacional de teatro, L'École Internationale de Théâtre Jacques Lecoq. Después de graduarse, fue elegida como actriz física / mimo para la ópera Benvenuto Cellini de Berlioz, dirigida por Terry Gilliam y Leah Hausman. La ópera se representó por última vez en la primavera de 2018 en L'Opera National de Paris, con una audiencia de 2.700 personas cada noche. En 2021, regresó a la ópera de París, esta vez interpretando el papel principal en la ópera Aïda, trabajando en estrecha colaboración con Sondra Radvanovsky y Jonas Kaufman. Fue dirigida por Lotte de Beer y Mervyn Millar. Rachella Kingwijk todavía vive en París, donde trabaja como actriz de teatro y cine, titiritero y dramaturgo.