Troy Griffin

Troy es un cristiano devoto de toda la vida. También es clarividente, empático, médium psíquico e investigador psíquico con consultas sobre más de 100 archivos de personas desaparecidas y casos sin resolver en su currículum. El trabajo de su vida es comunicarse con aquellos que han cruzado y usar sus dones para ayudar a las autoridades a resolver los casos irresolubles donde las pistas se han enfriado. Intuitivo desde la infancia, Griffin mantuvo sus dones psíquicos "en el armario", como él dice, por temor a ser condenado al ostracismo por su comunidad cristiana, que fue y sigue siendo una gran parte de su vida. Su familia se compone de pastores, autores cristianos y otros estrictos devotos religiosos. Contrariamente a muchas de sus creencias, Troy Griffin también es un creyente devoto al que atribuye sus dones. Cuando los líderes de la comunidad cristiana expresan su desaprobación de la comunicación con el espíritu y otros trabajos psíquicos, Griffin se apresura a afirmar que, como cristianos, su trabajo es amar, aceptar y predicar a todas las personas, no solo a aquellas que se ajustan al paradigma convencional. Cubre este tema con gran detalle en un discurso de apertura que pronunció titulado "Mi llamada psíquica: y por qué respondí la llamada". El trabajo de Troy Griffin como médium, empático intuitivo e investigador psíquico lo ha llevado por los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, Alemania y Australia. No duda en permitir que su fe cristiana se filtre en sus lecturas, lo que le permite consolar y restaurar la fe en los clientes que están profundamente afligidos por la pérdida de un ser querido.