Somebody somewhere: una serie para reír, llorar y armar comunidad.

Somebody somewhere es una serie de comedia dramática de tres temporadas emitida en MAX creada por Hannah Bos y Paul Thureen, la primera temporada se estrenó en el 2022 y recientemente se estrenó la tercera y última temporada. Cada capítulo tiene una duración aproximada de media hora y son siete capítulos por temporada. La serie es estadounidense y tiene como protagonista a Sam (interpretada por Bridget Everett), una mujer de unos cuarenta y pico de años que perdió a su hermana recientemente por cáncer y que está en pleno proceso de duelo asimilando su nueva realidad, Sam tuvo que retornar a su ciudad natal en Manhattan (Kansas), una zona rural de Estados Unidos con perfil conservador, para acompañar a su hermana durante la enfermedad. La serie toma algunos acontecimientos de la vida real de la actriz Bridget Everett para su guión quien también creció en Kansas y perdió a su hermana.

Este es el punto de partida de Sam, en plena crisis existencial y con nulos recursos emocionales para poder afrontar dicha crisis. En el trabajo se encuentra con Joel (Jeff Hiller), quien será su gran compañero de aventuras en el futuro. Joel tiene una mirada tierna de la vida, pero no por eso poco introspectiva o crítica. Joel fue compañero de coro de Sam en la secundaria y le recuerda lo bien que cantaba instándole a que vuelva a hacerlo. Joel es un hombre gay creyente y partícipe de actividades de la Iglesia, encontrando allí una comunidad a pesar de las contradicciones que le genera el discurso de la iglesia sobre la homosexualidad. Joel organiza a escondidas eventos de karaoke en un espacio que tiene disponible por el grupo de la Iglesia, allí la invita a Sam a cantar. Sam tiene una gran capacidad para el canto y en ese medio es donde encuentra un lugar para conectar con sus emociones, sin embargo, al estar transitando por un duelo, le cuesta cantar sin emocionarse y pensar en su hermana.

A medida que avance la temporada uno, Sam irá superando su miedo a exponerse cantando y podrá transitar la música disfrutándola. En esos encuentros organizados por Joel, Sam conocerá a más personas que luego conformarán un grupo de amigues claves para el sostén humano de ella y entre ellos mismos. El grupo está formado principalmente por Joel, por Fred Rococo (Murray Hill) que es un profesor trans de agricultura en la Universidad de Kansas y por Tricia (Mary Catherine Garrison), la otra hermana de Sam con quien tiene una relación complicada que se va consolidando con el avance de las temporadas. Este grupo es diverso y se lo logra retratar sin caer en ningún estereotipo ni prejuicio, mostrando que sus vidas están conformadas por muchos aspectos distintos, sin que su sexualidad o identidad sea el conflicto central de todes, sino que su día a día también implica una vida rutinaria a la que es necesaria encontrarle humor y comunidad.

Durante las primeras dos temporadas la familia y los padres de Sam tendrán un rol importante en las problemáticas a resolver en la trama del guión, Sam siempre estará acompañada por la música y su grupo de amigues. En la tercera temporada la temática de los padres prácticamente no está presente, se ahonda en la dinámica y mejora del vínculo de Sam con Tricia, la angustia y miedos de Sam quien sigue duelando a su hermana y tiene que lidiar con que sus amigues están en pareja y atravesando diversos cambios. Joel se muda con su pareja lo cual cambia un poco la amistad entre Sam y Joel, lo que Sam no advierte es que Joel también necesita de su amistad. En esta tercera temporada Sam tendrá un interés amoroso que pone en primer plano sus inseguridades y complejos, provocándole llantos en momentos inesperados.

Somebody somewhere es una serie que toca temas muy dramáticos, pero cotidianos, explora la existencia humana con sus matices y resalta la importancia de formar comunidad para afrontar las vicisitudes de la vida. En esos momentos de comunidad y encuentro con seres queridos es donde salen los mejores momentos de comedia, especialmente en el vínculo entre Joel y Sam (¿Quién no quisiera tener una amistad así?) y entre Tricia y Sam. Las actuaciones de Bridget Everett y Jeff Hiller son magistrales generando una identificación absoluta con las emociones que están atravesando sus personajes. Ambos tienen la habilidad de transitar extremos emocionales de forma natural: del llanto a la risa, de la angustia al jolgorio, del entretenimiento performático a una pelea, entre muchos otros. Lograron crear dos personajes muy particulares y memorables, que son divertidos como parte inherente de su personalidad, pero también contradictorios y tiernos. La amistad entre Joel y Sam se ve muy genuina y la serie logra no caer en el retrato de una amistad perfecta sin conflictos, sino que Sam y Joel también tiene sus momentos de discordancia.

La serie es bastante sencilla formalmente hablando. Tiene una canción de banda sonora que aparece recurrentemente a lo largo de las tres temporadas, pero la musicalidad se da principalmente por el canto de Sam. La serie se filmó en locaciones de espacios reales (no son sets), si bien está ambientada en Kansas, fue filmada realmente en los suburbios de Chicago. Capta la vida tranquila de una ciudad pequeña en contacto con la ruralidad, como es el caso de la casa de los padres de Sam que tienen varias hectáreas de campo. Los planos y encuadres acompañan a la narrativa sin romper con los formatos clásicos, de este modo el rol central de la serie lo tiene el guión y los personajes con sus respectivas actuaciones. A lo largo de las tres temporadas, hay una evolución en el arco dramático de Sam y cómo maneja el duelo y el consiguiente miedo a relacionarse con otras personas, empieza con una dependencia grande hacia su hermana fallecida y sin conocer a casi nadie en Manhattan, incluso duerme en el sillón de la casa de su hermana. Con el tiempo irá estableciéndose en la ciudad, consolidando sus relaciones familiares y logrando formar un grupo de amistades. Es una serie altamente recomendable porque logra captar a la vida misma con todos sus altibajos diarios y que toma al humor como una de las herramientas principales para transitarla, siendo la risa el punto alto de esos altibajos.

Somebody somewhere retrata la vida de personas promedio de clase media en una zona rural de Estados Unidos, sin intenciones de ser famosas o triunfar particularmente en algo, sino que habitan los problemas que los acontecen sin ahondar tanto en las razones de por qué les sucede lo que les sucede o por qué se sienten cómo se sienten, en varios casos teniendo consumos problemáticos con el alcohol o rutinas de vida poco saludables, pero encontrando sostén en las amistades o familia.

Esta tercera temporada emite su último capítulo el 8 de diciembre en MAX y será la temporada final de una serie que quizás pasó desapercibida para muchos, pero que merece que se pase la palabra de su recomendación, especialmente de la última temporada que logra un balance del tono de la serie cómico dramático ideal.