El impacto de los festivales de cine

Los festivales de cine de 2024 llegaron para demostrar que son los verdaderos catalizadores de las grandes historias que transforman nuestra forma de ver el cine. Entre tantos destacados, Sound of the Night, Manas y I’m still here sobresalen como obras que trascienden el circuito de festivales y prometen enriquecer nuestras listas de películas imprescindibles para fin de año. Cada uno de estos títulos aporta algo especial: narrativas profundas, actuaciones inolvidables y una autenticidad imposible de ignorar.

Recuerdo las primeras críticas sobre Sound of the Night, dirigida por Eva Pereira . La película fue la gran ganadora de la edición número 28 del Inffinito Brazilian Festival de Miami, que se celebró entre el 30 de agosto al 7 de septiembre. La historia cuenta la relación entre las hermanas Maria Luiza y Ritinha, interpretadas por Alicia Santana y Anna Alice Dias, mientras que su padre, Agenor, es encarnado por Marcos Palmeira . La madre, Sônia, interpretada por Emanuelle Araújo , carga con traumas del pasado y enfrenta el peso de sus responsabilidades. La llegada de Athayde, supuesto sobrino de Agenor, sacude la dinámica familiar. La forma en que la película aborda temas como la violencia doméstica y el abuso infantil es impactante. La dirección de Eva Pereira aporta una sensibilidad única a la narrativa. Para mí, ver esta película fue como redescubrir el impacto que tienen los festivales al destacar historias que, en otros contextos, podrían verse opacadas por las superproducciones.

La película Manas fue una experiencia muy diferente, pero con el mismo poder. Esta película, galardonada en el Festival de Venecia con el premio a la Mejor Dirección para Marianna Brennand Fortes , ofrece un enfoque emocional profundo sobre el sentido de pertenencia y la tradición, al fusionar las raíces culturales con cuestiones contemporáneas. La forma en que aborda la lucha interna entre preservar el pasado y aceptar el presente me emocionó de una manera única. Lo que más me fascinó fue la autenticidad de las actuaciones y la forma en que presenta su historia con sensibilidad, mientras evita temas trillados o exageraciones. Es una película que nos recuerda el poder de la representación hecha con respeto y emoción.

Sin embargo, considero que I’m still here es la película más impactante. La actuación de Fernanda Torres es arrolladora y no me sorprende que se la considere una de las mejores actuaciones del año. Desde su estreno en Venecia, esta película fue tema constante entre críticos y cinéfilos. Lo que más me impresionó fue la brutal honestidad con la que aborda cuestiones como la pérdida y la resiliencia, pero sin perder la gracia y la ligereza en los momentos adecuados. Es una de esas historias que nos transforman, e invitan a reflexionar sobre nuestras propias experiencias y la forma en que enfrentamos los desafíos.

Algo fascinante de este ciclo entre festivales y la audiencia general es la forma en que transforma el acceso al cine de calidad. Antes, estas películas podían quedarse restringidas a nichos. Sin embargo, en la actualidad, gracias a las plataformas de streaming y las distribuciones globales, podemos disfrutar de obras maestras como Sound of the Night o Manas desde casa, con la misma emoción que en las salas de los festivales. Es casi como si estos festivales fueran un regalo para la audiencia: encuentran joyas preciosas y las preparan para que todos podamos disfrutarlas.

Estas películas no son solo producciones premiadas, sino que también se convierten en experiencias que enriquecen nuestra temporada de fin de año. Mientras muchas personas buscan historias frescas y festivas, creo que hay algo mágico en conectarse con narrativas más profundas, que nos hacen pensar, sentir e incluso cambiar. No digo que se deban ignorar las películas navideñas clásicas, que tienen su valor, pero las películas como I’m still here nos recuerdan que el cine puede y debe ir más allá de la zona de confort.

Al armar mi lista de películas para ver en este fin de año, me doy cuenta de que estas producciones suman capas de significado a la temporada. Nos invitan a ver la humanidad desde diferentes perspectivas y a conectarnos con historias que, de otra forma, podrían pasar desapercibidas. Para mí, esa es la esencia del cine: la capacidad de emocionar, provocar y unir.

Mientras el año llega a su fin, te sugiero que le des una oportunidad a estas películas. No son solo títulos aclamados por la crítica, sino que también son regalos que nos conectan con narrativas únicas y nos invitan a reflexionar sobre lo que realmente importa. En el fondo, de eso se trata el cine: de contar historias que dejen una huella. Estas películas, salidas de los festivales de 2024, están listas para dejar la suya.