'The Penguin' es una serie de drama criminal y gangsters bastante diferente, tiene un tono más serio, adulto, una trama muy bien escrita, un desarrollo excelente, una dirección aún mejor, siguiendo en la onda de 'The Batman', pero convirtieron a uno de sus villanos clásicos en un personaje de 'The Sopranos', dándole una historia a la altura de esa ya mítica serie, con ciertas similitudes claras.
Aunque, a mi parecer, hay algunos paralelismos con 'Breaking Bad', ya que Oz, nuestro protagonista, ya está lejos de ser el Walter White previo a cocinar drogas, el ya tiene un largo historial de crímenes. Sin embargo, una decisión errónea en su obrar por el bajo mundo es lo que desencadena toda esta épica serie, y a esta le siguen otras decisiones aún más cuestionables.
El punto es que se vuelve una cadena de malas decisiones que lo llevan por un camino (más) peligroso, del cual logra salir victorioso repetidas veces, eso sí. Y al principio nos parece un personaje con el que se puede empatizar: Lisiado, con una madre enferma, entre otras cosas, pero la serie nos va recordando poco a poco que este no es un héroe ni un anti héroe, es un villano con todas las letras.
En la serie no hay bien, solo mal. Oz es una mala persona desde niño, que asesinó a sus hermanos (en una escena excesivamente tétrica), fue escalando posiciones hasta recaer en la familia Falcone. Y allí ayudó a Carmine a encubrir asesinatos y usar a Sofía como chivo expiatorio, si se quiere, traicionándola. Porque Oz solo quiere ser poderoso y que se le recuerde como tal, igual que a Rex Calabrese.
El final de la serie es altamente psicológico y perturbador, además de inesperado. La escena en la que Oz prefiere seguir con la mentira, así provoque un daño físico importante a su madre, para que seguidamente esta lo apuñale, lo vea brevemente como el niño diabólico del que no logró desprenderse y enviarlo a la muerte a manos de Rex, en el mismo club muchos años atrás, y después se desplome al alucinar con sus otros dos hijos, empapados, es impactante y brutal, casi terrorífica. La fijación de Oz con su madre roza el complejo de Edipo, es bastante extraño e imprevisible. Pero está magníficamente construido.
Ahora hablemos de la víctima de la serie: Sofía Falcone. Una mujer que no merecía haber ido a Arkham ni el trato recibido. La convirtieron en una villana, que intentó rehabilitarse, hasta que no quiso seguir perteneciendo a una familia que le hizo daño a ella y a su madre desde su niñez. Sus acciones me parecen, mayormente, justificadas, es la realidad.
Y acá pasamos al verdadero héroe de la serie: Víctor Aguilar, un buen hombre, leal y con ambición, que tuvo la oportunidad de dejar atrás esa vida, pero tomó una decisión que, quizás en su interior, supo que era la equivocada. No entendí su final, era innecesario, quizás demasiado trágico, mereció algo mejor, pero tengo dos teorías: La primera es que no nos iban a mostrar a este personaje convirtiéndose en otro Oz Cobb, porque es muy decente para serlo, y la segunda es que necesitaban darnos otro recordatorio de que Oz es una muy mala persona, y está bastante (excesivamente, de hecho) perturbado.
Víctor es un gran personaje original, y en esto la serie también deja claro como se deben escribir y manejar los mismos en la saga y en el propio Universo DC. Por otra parte, las actuaciones de Colin Farrell, Cristin Milioti, Rhenzy Feliz y Clancy Brown son excelentes. A decir verdad, creo que todos los actores, por más secundarios que fuesen sus personajes, se desempeñaron a la perfección.
Puntos altos la aparición de Mark Strong como la versión más joven de Carmine Falcone y haber sumado a Sal Maroni y a su familia a la serie.
Asimismo, el personaje de Theo Rossi al principio se siente innecesario, pero juega un rol importante al final de la serie. El trabajo de maquillaje y prostéticos sobre Colin es impresionante, crean una persona totalmente nueva. Los vestuarios son muy buenos, bastante acertados.
La fotografía de esta serie es excelente, un estilo similar al de Greig Fraser pero más oscuro, más callejero, si se quiere. El trabajo de cámara y planos son muy buenos, igual que los efectos y la ambientación de Gotham. Se logra explorar la realidad de muchos personajes y las consecuencias de los atentados orquestados por The Riddler.
Hay una gran banda sonora, que va con el ritmo vertiginoso inicial de la serie, y se acopla al ritmo estratégico de la misma, a medida que avanza. En ambos aspectos, Oz Cobb se mantiene como el hombre de las mil vidas, siempre con un plan prácticamente invencible.
En líneas generales, 'The Penguin' establece un nuevo estándar para las series basadas en personajes de cómics, del Universo DC y de la saga The Batman. Demostrando que se puede hacer una serie spin-off excelente, sin hacer mención ni mostrar ni una sola vez al personaje principal de la película de la cual se originan todas las historias y personajes adicionales.
Hay que destacar la mano de Matt Reeves en producción y la de Lauren LeFranc como showrunner. Gran trabajo de ambos. 'The Penguin' es de lo mejor del año y de la década, sin dudas, rivalizando claramente con 'Shogun'. Este final solo nos deja mucha más expectativa para la segunda parte de 'The Batman' y los spin-offs que se vienen por ahí.
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