Hace más de un año, le di una oportunidad a la película "Paddington" (2014). Tierna, sencilla e inocente. Desde ese entonces, me parece “la película familiar perfecta”, que sobresale con creces entre todas las adaptaciones de personajes infantiles al formato de cine híbrido con live-action (Alvin y las Ardillas, Garfield, Los Pitufos, etc).
Pero retroactivamente, me doy cuenta que en esos ayeres no supe cómo poner en palabras mi cariño inconmensurable por este bondadoso osito. Un oso bienintencionado, adoptado en Londres por los Brown, una familia de humanos: un encuentro que funge como el núcleo de la historia. Y mucho antes en el lejano Perú, siendo apenas un osezno, también fue adoptado cuando Lucy y Pastuzo, una pareja de osos, lo rescataron de ser llevado por la corriente de un río. Este fue el inicio de "Paddington 2" (2017), el cual hizo a su agridulce pasado MUCHO MÁS DULCE.
Bueno, había esperado demasiado para verla. No tengo idea por qué no me di antes el tiempo de verla. Tampoco la encontraba en algún streaming. Fue como hace un mes cuando, sin ninguna planificación, me enteré que iban a pasarla por la televisión. De inmediato, dejé las cosas que tenía pendientes. Por fin había llegado el momento. Ahora, tengo la oportunidad de hablar de Paddington como se debe. De paso, aprovechando que próximamente viene un nuevo manjar de dulzura en unos cuantos meses con “Paddington in Peru”, la tercera entrega de la saga que estrenará próximamente en cines.
Opinión rápida sobre la primera de “Paddington” (2014)
Luego de un fatal accidente en el Lejano Perú, la Tía Lucy motiva a su sobrino huérfano a viajar a Londres para lograr una vida de ensueño. Allí, conoce a una familia de humanos que lo bautizarán “Paddington”.
Es una experiencia excéntricamente dulce, para llenarse de inocencia, mirar a los costados y reconocer a aquellas personas que forman un feliz hogar. Ese mensaje se personifica en personajes absolutamente agradables. La historia de la película me sorprendió en la transformación y dimensionalidad de sus personalidades, en comparación a las primeras impresiones. Todos disfrutables, incluso en los momentos más lúgubres.
Paddington (Ben Whishaw) se muestra como un pequeño torpe desde la primera acción, pero al minuto siguiente contemplamos su nobleza y gran corazón. Hablando de su nuevo vecindario, tenemos:
- El sobreprotector cuidado, en contraste con el abandonado espíritu temerario del Sr. Brown (Hugh Bonneville).
- La aparente apatía en Judy (Madeleine Harris), para luego conocer su lado dulcemente pasivo.
- El traviesillo de Jonathan (Samuel Joslin) con una creatividad espacial magnífica.
- La bondad de la apasionada Sra. Brown (Sally Hawkins), en contraste a sus constantes intentos por reunificar a todos.
- El sentido de orden, junto a las mil sorpresas ocurrentes de la Sra. Bird (Julie Walters).
- Sr. Curry (Peter Capaldi), un vecino intimidante que al parecer vio muchas películas de espías.
En técnica, adoré la cinematografía, que complementa los chistes visuales sin necesidad de diálogo; incluso, le dan una inesperada comicidad a las escenas relativamente más tensas. Como consecuencia, crean encuadres que lucen tan hermosos como para enmarcar. En narrativa, destacan las escenas que rompen la realidad para representar grandes sentimientos en Paddington, creando los momentos más emotivos (aun cuando toda la película en general está repleta de ternura).
Sencillamente, la película es un cálido abrazo al alma. La amabilidad y cortesía de Paddington te motiva a querer ser mejor persona en el mañana. Con una bella sensación, ¿cómo le fue a su segunda parte? Hablemos de una de las mejores secuelas que he tenido la bendición de contemplar. Una belleza del séptimo arte que, tal y como su entrega original, nos recuerda a lo grande la noble expresión de “pasar un buen rato”.
Los duros desafíos en “Paddington 2” (2017) engrandecen de la magia de ser amable
La Tía Lucy pronto cumplirá 100 años. Por eso, Paddington busca el regalo perfecto, que la haga sentirse en Londres. Pero cuando es aprisionado por un robo que no cometió, toda la familia Brown se embarca en una nueva aventura para encontrar al culpable y probar su inocencia.
Era prácticamente imposible alejarse del encanto de su antecesora. Para empezar, el humor blanco de las películas es uno particularmente satisfactorio y tranquilizador. Adoro su comedia física, llena de acciones tan inocentemente torpes: arriesgadas como atrevidas. Modeladas con suavidad, dulzura y pasividad a niveles que solo el séptimo arte puede consagrar.
También, las transiciones fluidas entre Londres y el plano de la fantasía siguen siendo enternecedoras, así como optimistas. Por otra parte, un factor común en la saga es el curioso contraste que los roles de los villanos tienen por ofrecer en cada una de las cintas (Nicole Kidman y Hugh Grant, respectivamente), representando la crueldad o la falta de piedad a niveles jocosamente excéntricos. Junto a los grandes valores de los Brown, tenemos una atmósfera de cuento para dormir ante nuestros ojos.
Las amistades y familia que rodean a Paddington te invitan a ti para que también seas su amigo. Tanto en Londres como en tu casa viendo la película, estar cerca traerá más alegría en tu vida. Aquí todo puede ser posible, porque el amor de/hacia este osito mueve montañas. Una verdad que buscan compartir durante dos gloriosas entregas. De hecho, todo lo que he mencionado bien podría encapsular la esencia de las dos películas. Porque ambas me parecen iguales.
Incluso, coinciden en el planteamiento inicial de asuntos problemáticos personales de los humanos en la familia Brown, cuyos desenlaces representan una dulcemente inesperada evolución. Un factor que en ambas ocasiones se vuelve vital para apoyar a Paddington. En esta secuela, por ejemplo, tenemos:
- Todas las remembranzas y remanentes del valeroso Sr. Brown. Hombre de acción, experto lanzador, o discípulo de yoga.
- La fascinación de Jonathan por vehículos, que demostró ser más fuerte que su errado impulso de querer encajar a costa de su identidad.
- La pasión artística de la Sra. Brown, quien una vez más demuestra ser un admirable espíritu libre.
- La complicada vida interpersonal de Judy, al mismo tiempo que espera encontrar una pasión edificante para sí misma.
- Claro, nunca falta la Sra. Bird. Sus divertidos comentarios e insospechadas habilidades.
Es lindísimo saber que en las circunstancias más lúgubres, una familia es capaz de sobreponerse por aquellos que aman. Adoro demasiado esa lealtad, como un catalizador que inspira a ser mejores.
Entonces, si "Paddington" y "Paddington 2" son igual de sutiles. Igual de afectuosas. Tienen mermelada. Ciudadanos excéntricos y carismáticos. Ambas son películas familiares perfectas. ¿Qué más puedo hablar de la secuela? Si la primera ya es un deleite traído del rincón más puro de la imaginación humana. Además, esta segunda reitera sus más grandes atributos. ¿Qué más queda por añadir? Mucho más.
Mi parte preferida en esta historia, es la manera en que ponen a prueba la importancia de Paddington en la vida de quienes lo rodean. Adonde sea que va, tiene un espíritu noble e inquebrantable. Siempre intenta encontrar el lado amable. A veces falla, pero nunca se da por vencido. Es justo, leal e indulgente.
"Si somos amables, todo estará bien". Paddington siempre ha sido amable con nosotros. Eso significa que estaremos bien.
"Paddington 2" deja clarísimo cuánto es apreciado como miembro de la familia. Ser inculpado por un crimen que no cometió, ha sido una encrucijada ideal para demostrar los lazos familiares renovados en la conclusión de su antecesora.
Para discernir en qué perdemos, si es algún día llegara a desaparecer ese ser querido. Y así, honrar lo que hemos tenido desde el principio. Volver a la estación de metro donde lo encontraron fue perfecto para la cumbre de la historia, cerrando con broche de oro la ola de remembranzas por todo lo que los Brown han logrado. Paddington tiene un hogar en Londres para toda la vida.
Una sobria y afable odisea, que alimenta la imaginación en la cotidianeidad. En momentos ligeros o penetrantes, nunca se pierde su brillo y encanto esperanzador. Donde la fantasía roza con el lado bello de la realidad. En ocasiones, incluso parece un musical. Ahora comprendo algunos de los dotes que el director Paul King personifica en la cinematografía. Posteriormente, ese talento lo replicaría para la dirección de la comedia musical “Wonka” (con Timothée Chalamet) en 2023.
Por último, sin ahondar en detalles, solo quiero mencionar el bello desenlace de"Paddington 2" . Mientras que la primera dejó una gran sonrisa en mi rostro, aquí me tuvieron con lágrimas de alegría. La misión en nombre de Tía Lucy me tuvo conmovido, entre todos los altibajos que Paddington afrontaba. Ese final es MAGIA PURA.
Reflexiones
Sinceramente, todavía sigo preguntándome por qué alargué tanto el momento para ver esta cinta. Supongo que tenía miedo de que no sea tan acogedora y hermosa como la original. Pero ese día, mi tarde se ha llenado de dicha. Las dos películas, en especial la segunda, se volverán mi confort que atesoraré por siempre. Ambas son “películas familiares perfectas”. Son películas perfectas.
Adoro un montón a Paddington, que también me doy el tiempo de ver su serie animada en emisión: “Las Aventuras de Paddington” (2019-presente), actualmente emitida por Nickelodeon y Nick Jr. Incluso, aquí Ben Whishaw retoma su rol de las películas y continúa dándole voz al querido oso peruano.
En efecto, mi emoción por "Paddington in Peru" no ha hecho más que elevarse. Ahora que me pongo a leer los datos técnicos, hubo cambios curiosos en su producción. Tenemos nuevo director (Dougal Wilson), así como una nueva actriz que interpretará a la Sra. Brown (Emily Mortimer). No negaré que esos cambios me ponen un poco triste y nervioso. Pero si Paddington nos enseñó bien algo: son los modales. Démosles la oportunidad. Tratemos a esta secuela con amabilidad. Porque pase lo que pase, sé que quienes lean esto están emocionados por el estreno. Alegrémenos que la espera por fin ha terminado, después de 7 años.
No puedo esperar a que sea enero. Será la primera película de la saga que veré en salas de cine. Me pregunto si podré llevar mermelada de naranja. Aún tengo pendiente probarla. 🍊
Pero cuéntame. ¿Viste las películas de “Paddington”? ¿Cuál es tu favorita? ¿Qué es lo que más admiras de ellas? Te estaré leyendo aquí abajo. Muchísimas gracias por llegar hasta aquí. Un abracito a la distancia.
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