Como NO HACER una película de ciencia ficción The Shift y el cine del proselitismo

THE SHIFT

El próximo 9 de mayo está pautado el estreno de The Shift o "El gran giro" (título en Argentina). Film que narra los días de un hombre atrapado en una rutina: un trabajo que odia, una mujer en depresión y un trauma que no pudo superar.

El shock es tan abrumador que erosiona los cimientos de la pareja. Un buen día ambos se encuentran en un supermercado socializando con los vecinos, ninguno de los dos se percata de la ausencia de su único hijo. Se produce una búsqueda en vano, el niño nunca más aparece.

La continuación es una catástrofe porque descarrila en todos los sentidos (absolutamente TODOS!), siendo su único punto a favor el tema disparador. El diablo ofrece muchas realidades posibles (en un intento de film de viajes en el tiempo) y lamentablemente el relato decae tanto que importa poco y nada el devenir de los personajes.

The Shift olvida las leyes más básicas del cine hasta acercarse al amateurismo. Las actuaciones son paupérrimas (solo se salva Neal "Satanás" McDonough), la iluminación es cutre, la continuidad brilla por su ausencia y hay una escena que es un plagio alevoso a Coldplay (googlear Fix You).

EL CINE RELIGIOSO

Hay películas que pueden mostrar un mensaje de esperanza sin llegar a ser un panfleto ideológico, citaremos dos como ejemplo:

• Doubt (2008) dirigida por John Patrick Shanley, concibe el drama religioso desde una perspectiva reposada. El difunto Seymour Hoffman y Meryl Streep se sacan chispas en una parroquia que quiere (pero no puede) ser más moderna. Como todo cambio tiene su conflicto. Doubt pregona la fe con la religión como trasfondo y ejemplifica perfectamente la frase "menos es más". No hace alarde de la creencia como dogma superior ni alecciona al no creyente.
  
• La pasión de Cristo (2004) dirigida por Mel Gibson. No hay nada que se pueda decir sobre la superlativa película religiosa de todos los tiempos. Hitos históricos, dirección y timing perfectos, sería imposible hacer una película así hoy en día.
  Una película que profesa sobre la fe pero además es un estudio acerca de la finitud del ser humano; acota sobre temas abstractos como la pasión, la convicción y la redención.

Ambos ejemplos son la antítesis de películas como The Shift, que utilizan el séptimo arte como vía de difusión ideológica. El subgénero de cine evangelizador está pensado por y para los creyentes, el espectador neutro o no creyente queda afuera del lenguaje proselitista.

PELÍCULAS DEL PROSELITISMO

El proselitismo se refiere a la intención de captar adeptos o hacer propaganda (en este caso religiosa).

Fireproof (2008) opta por un camino similar al que tomó The Shift (aunque sin ciencia ficción) con una pareja en situación de crisis.

The Shack (conocida como La cabaña, 2017) muestra a un hombre que sufre una tragedia familiar y pierde la fe, acto seguido conoce a dios en una cabaña abandonada y alejada.

Dios no está muerto (2014) pone al descubierto las diferencias entre el dogma de la religión y la filosofía.

Nada que perder (2018) es una biopic sobre Edir Macedo, el creador de la iglesia universal. Dato de color: estuvo nº1 en la taquilla argentina durante dos semanas, hubo venta de entradas pero nadie asistía a las funciones. Regalar entradas a los transeúntes no fue suficiente proselitismo.

Este tipo de cine busca aleccionar o distorsionar la crencia del espectador. El cine concebido por directores y productoras del proselitismo ocupa una pequeña porción del universo audiovisual total, a diferencia del mercado de superheroes (Marvel, DC) o de terror, en el cine del proselitismo el objetivo no es entretener sino mas bien cooptar la ideología.

La última palabra la tienen el público y, sobretodo, el tiempo. Hay pocas películas del subgénero religioso que han trascendido al mote de película de culto. No es casualidad que pocas películas de este corte hayan alcanzado a estar en los libros de historia del cine. Muchos de ellos ni siquiera llegan a la consideración del espectador común por una simple razón: se olvidan del espectador para convertirlo en un adepto.