Resulta imposible pensar que Barbie (“Barbie”) y Bella Baxter (“Poor Things”) puedan tener algo en común; pero es aún más imposible creer que podemos encontrar puntos de contacto entre la mente de Greta Gerwig (“Lady Bird”, “Mujercitas”) y Yorgos Lanthimos (“La Langosta”, “La Favorita”).
Greta creó a Barbie, le dió vida a la muñeca más famosa del mundo. Construyó un mundo único, Barbieland, donde predominan el rosa y el plástico y el poderío de las mujeres es indiscutible. Por su lado, Yorgos, como el Dr. Frankenstein, construyó a Bella Baxter, una mujer con cerebro de bebé. Una mujer que irá creciendo y descubriendo el mundo conforme avanza la historia.
Entonces ¿pueden Barbie y Bella Baxter tener algo en común? Y la respuesta es… SÍ. Barbie y Bella representan el despertar, son el hombre que finalmente sale de la caverna para descubrir el mundo real.
Barbie vive en la incredulidad de que Barbieland es un reflejo del mundo real. Por razones que le son desconocidas al principio, Barbie se ve forzada a venir a nuestro mundo en busca de la niña que está jugando con ella. Todo era color de rosa y feliz hasta que comienza a pensar en la muerte... Confundida y asustada, Barbie se embarca (junto a Ken) en un misión que le traerá más de una decepción. Sorpresas, desafíos y mucha crisis existencial le esperan a nuestra querida Barbie, quien finalmente llegará a descubrir quién es y qué quiere ser.
Finalmente, nos vamos lejos, muy lejos de Barbieland, hasta llegar al exótico hogar donde Bella Baxter fue creada. La conciencia de una bebé en el cuerpo de una mujer…¿QUÉ? Así, Lanthimos (al igual que Greta) nos introduce en un nuevo mundo, un mundo donde algo tan retorcido es posible. Bella es un ser humano en constante crecimiento. A lo largo de la película seremos testigos de su desarrollo emocional, físico, mental, etc. Pero hay un dato, que no es para nada menor, y que la constituye a Bella en su totalidad: su sed de conocimiento. Bella crece en un hogar gobernado por la ciencia y con el método científico como bandera. Bella irá explorando el mundo conforme se va descubriendo a ella misma.
Todo camino de introspección nos lleva a preguntarnos por nuestra propia existencia porque la crisis existencial es una experiencia humana universal. Quién nunca se preguntó: ¿quién soy? ¿para qué estoy acá? ¿qué quiero hacer? Posiblemente no obtengamos muchas certezas pero si hay algo de lo que estoy segura es que Barbie y Bella no solo conquistaron sus propios horizontes, también conquistaron nuestros corazones.
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