Mean Girls 2024 Review｜Vestirse de rosa no es suficiente

En medio de mucha expectativa, se estrenó Chicas pesadas, pero no resultó ser buena.

No lo digo simplemente porque soy fan de la película original. Todo lo contrario, creo que esta película fracasó porque es excesivamente fiel a la original y no hizo los ajustes necesarios para reflejar las características de esta época.

Pensemos, ¿qué hizo que Chicas pesadas fuera una película de culto para la generación millennial? Además de que las protagonistas reflexionan sobre su época, creo que lo más importante es que la película retrata la crueldad de la vida escolar que, para mí, es un microcosmo de la crueldad de la sociedad.

Lo "pesado" de Chicas pesadas no solo hace referencia a las personas, sino también a la parte cruel de la cultura de la secundaria: una disciplina emergente impuesta a los individuos por género y jerarquía de clase.

Simplifiquemos la trama de la película: Cady, el personaje principal, es una chica que creció en África y no tuvo una educación tradicional. La cultura es nueva para ella y lucha por encajar en la vida escolar. La verdadera presión de las chicas no proviene de malas personas, sino de un sistema que valora el atractivo físico. Por esto, compiten entre sí en términos de belleza, moda y popularidad. Aunque Cady cuestiona la cultura, no cambia las reglas estrictas. La siguiente generación de niñas sigue actuando cruelmente bajo las mismas presiones sociales.

Chicas pesadas es una comedia oscura disfrazada de rosa. Detrás de la belleza femenina y de las imágenes rosas, en el centro, se esconden temas difíciles. Desafortunadamente, la versión de 2024 solo replica el exterior.

No es que no hay nada nuevo. Las chicas no son tan delgadas y parecen estar en contra de la crítica del cuerpo que solía predominar en los dramas de los millennials. Las reinas todavía hacen dieta, pero el estándar de un buen cuerpo ha evolucionado.

Los estudiantes de la secundaria usan TikTok, pero la película no consigue ilustrar el impacto profundo de las redes sociales en las vidas de los adolescentes. Pasa por alto la propagación del odio y de las discordias en línea y su impacto en la juventud.

Lo que más me decepciona es que no aborda la atmósfera social predominante de la misoginia. ¿Cómo es que una película de nuestra época sobre la identidad femenina, dirigida a mujeres, ignora la evolución del feminismo? Las Chicas pesadas de la película original abordaron los problemas de género de alguna forma y la nueva adaptación podría haber profundizado este tema.

Una cita de la película original dice, "Regina es como la muñeca Barbie que nunca tuve" y esto destaca los estereotipos que limitan a las mujeres. El encanto y la desesperación de Regina no son simplemente elecciones personales, sino que están dictadas por su ambiente. En este contexto, siempre va a haber alguien como Regina. En la nueva película, a medida que madura, Cady descubre la realidad del estilo de vida de Barbie, un desafío implícito para la cultura misógina.

Idealmente, las Chicas pesadas de 2024 deberían profundizar en las personalidades de los personajes desde una perspectiva feminista. No se abordan las preguntas como, por ejemplo: ¿tambalea la mirada femenina cuando se estandariza por medio de la estética masculina heterosexual?; ¿la soltería involuntaria se reconoce entre los adolescentes?; en un momento en el que la economía ya no está en auge,¿cómo responden los adolescentes a las presiones inminentes de la vida?

No quiero que una película se exprese profundamente sobre estos temas, pero, al menos, quiero ver que los personajes sean consecuentes con los adolescentes de la vida real. En lugar de eso, esta nueva adaptación repite una historia de hace dos décadas. Es como si un millennial intentara retratar la vida de la generación Z en una película. En última instancia, solo capta la nostalgia de los 2000 simbolizada por el rosa Barbie e ignora las ansiedades y expectativas contemporáneas de los jóvenes, en particular, de las mujeres jóvenes.

Estamos en 2024 y, como espectadoras, deberíamos ser más sensibles. Cuando vemos historias sobre mujeres, tenemos el derecho a exigir más y a rehusarnos a definir el rosa Barbie como una expresión de un temperamento femenino estereotipado. Nos rehusamos a interpretar a las Chicas pesadas como las representantes de las adolescentes que son inmaduras psicológicamente y también nos rehusamos a expresarnos vagamente con los estándares de los tiempos antiguos.