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Nápoles,1969.Enrico Gargiulo,un vendedor ambulante que alquila una pequeña habitación en la humilde casa del Sr.y la Sra.Coppola,habiendo regresado temprano de un viaje de negocios a Milán,se entera que el Sr.Coppola había fallecido el día anterior a su llegada de un infarto masivo y que su funeral se había celebrado unas horas antes.A pesar de su sorpresa y pesar por lo sucedido,el hombre,sufriendo los síntomas de una gripe persistente,deseaba ir a descansar pero supo por sus vecinos que su habitación había sido utilizada como sala funeraria para exponer al difunto a la visita de amigos y familiares y que antes de ser utilizada requería la debida limpieza.Impresionado,le confía sus miedos a un médico que va a visitarlo,pero el hombre de ciencia lo tranquiliza explicándole que los muertos no deben aterrorizar y que,si algo,son los vivos los que deben temer.El cauteloso y supersticioso Enrico Gargiulo permanece solo en la casa y, a través de una serie de revelaciones inesperadas, pronto comprenderá que el médico tenía toda la razón.