Y a Dios que me perdone! (2017)

Esta es la historia de Toribio Sosa, un policía que hace todo lo que está a su alcance para conseguir el dinero necesario para que su mujer sobreviva a una leucemia posparto. Con un salario mensual de 7000 pesos es imposible alcanzar su objetivo, y es entonces cuando decide utilizar los únicos recursos que tiene a mano: su arma reglamentaria y el inframundo. La falta de educación, la pobreza, la ausencia de un sistema de salud adecuado y la forma desvergonzada en que los políticos restriegan en la cara a millones de ciudadanos como Toribio que pueden robar dinero público y evadir en broma las más altas instancias judiciales para salirse con la suya, había desencadenado en Toribio. un proceso irreversible. El nacimiento de un monstruo que, como los hombres paleolíticos, saldría de su cueva para luchar contra un mamut o un bisonte, por más grande o poderoso que fuera, con el único propósito de la supervivencia y el bienestar de su pueblo. Toribio es el "chico malo" de esta historia, y con ella, no tenemos la intención de justificar o disculpar el crimen. Pero diablos, la línea es muy delgada.