Diario de un vicio (1993)

Benito Balducci, un solitario vendedor puerta a puerta de detergente para baño, se encuentra dominado por dos poderosas obsesiones: amar su cuerpo y amar el sexo. En ese sentido, Benito, que abraza abierta y descaradamente sus vicios, es también un minucioso diario de sus intensas fantasías eróticas, en parte desencadenadas por Luigia -su insaciable novia que siempre trata de ponerlo celoso- y las bellas mujeres de Roma. De hecho, rubias o morenas, todas provocan su apetito e imaginación salvajes. Pero muy pronto, Benito tendrá que decidir: son ellos o Luigia.