Brazos vacíos (1929)

De camino a Nueva York para su primera aparición en el escenario, Linda Cunningham conoce a Mame Jarrow, una cantante de un club nocturno; Linda pasa más tarde para escuchar cantar a Mame, acompañada por su ángel, Paul Nicholson, un roué rico. Mame poco a poco se da cuenta de que Linda es su propia hija, de la que fue separada años antes por parientes piadosos. Usando todas sus artimañas, Mame intenta evitar que Linda caiga presa de Nicholson, y cuando todo lo demás falla, envía a buscar a Jerry Connor, el amor de Linda en la pequeña ciudad. Linda regresa a casa con Jerry, y Mame canta con todo su corazón en habitaciones llenas de humo, sin revelarle nunca a Linda que ella es su madre.